1. INTRODUCCIÓN1Agradecemos a los revisores anónimos de este artículo por sus comentarios y sugerencias. Especialmente agradecemos a M.L. Oñederra por la ayuda prestada en la redacción y por los comentarios y aportaciones en cuestiones teóricas.
⌅La estandarización es un proceso vital en la normalización de las lenguas. La creación de una variante estándar, una variante unificada de la lengua, es una herramienta para los hablantes, a quienes dota de una variedad formal, cuidada, de la lengua para necesidades comunicativas tales como la educación, la enseñanza de la lengua, los medios de comunicación, etc. El estándar del euskera se conoce como Euskara Batua (Euskera Unificado). Euskaltzaindia, la Real Academia de la Lengua Vasca, ha sido el organismo responsable del proceso de estandarización de la lengua vasca.
La Academia ha sido guía y referencia en el
camino de la estandarización, formulando las normas y promoviendo la
normalización de la lengua, con el claro objetivo de preservar la lengua
vasca. Aunque la Academia se fundó en 1918, no se da inicio al proceso
de estandarización hasta el año 1968, en la reunión celebrada en el
santuario de Aránzazu (Villasante 1994: 653Villasante, L. 1994. “Euskara batuaren filosofiaz”. Euskera 39 (3), 647-673. https://www.euskaltzaindia.eus/dok/euskera/49915.pdf#page=1. [2023-03-03].
). La propuesta de 1968 fue desarrollada con éxito durante los años posteriores, según varios estudiosos del tema (Zuazo 2000Zuazo, K. 2000. Euskararen sendabelarrak. Alberdania.
, Salaburu 2015Salaburu, P. 2015. Writing words. The unique case of the standardization of Basque. Charleston: UNR (CBS).
, Sarasola 2016Sarasola, I. 2016. Bitakora kaiera. Donostia: Erein.
).
Este éxito se refleja sobre todo en un aumento sustancial en el
porcentaje de vascohablantes entre las generaciones más jóvenes, y en la
amplia aceptación y uso del euskara estándar en la literatura, en la
educación, la administración pública y los medios de comunicación (Hualde y Zuazo 2007Hualde, J. I. y Zuazo, K. 2007. “The standardization of the Basque language”. Language Problems and Language Planning 31-2, 143-168.
).
Antes de la fecha mencionada hubo expresiones que reflejaban la
necesidad de una variante estándar de la lengua, pero los intentos para
conseguirla no llegaron a tener éxito en todo el territorio
vascohablante, como se explicitará en el apartado 2.1. En dicho apartado
se explicará el proceso de estandarización de la variante escrita del
euskera y en el 2.2., el de la variante estándar oral. A continuación
(apartado 3), se examinará la variación y flexibilidad presentes en la
norma de pronunciación, indicando que esa flexibilidad se basa, por un
lado, en la variación por registros de habla y, por otro lado, en la
dialectal (apartado 3.1.). También se analizarán, desde el prisma de la
Fonología Natural, los criterios fonológicos contemplados por la
Academia (apartado 3.2. y 3.3.). Finalmente, se presentarán las
conclusiones principales del artículo (apartado 4).
2. PROCESO DE ESTANDARIZACIÓN
⌅2.1. La lengua escrita
⌅Cuando
se establece una lengua estándar se suele tener en mente, en principio,
la lengua escrita. La variedad escrita es la que más importancia
adquiere en este proceso. Según Milroy y Milroy (1999 [1985]: 55)Milroy, J. y Milroy, L. 1999 [1985]. Authority in language. Investigating language prescription and standardisation. London y New York: Routledge.
,
la pronunciación se considera, a menudo, algo natural que no necesita
instrucción explícita o intervención alguna. Fue lo que ocurrió en el
caso del euskera, ya que el objetivo principal de la estandarización de
la lengua vasca fue la lengua escrita, tal y como se recoge en los
documentos de la época. Michelena, artífice principal de la propuesta
presentada en 1968 (Michelena 1968: 203Michelena, L. 1968. “Ortografia”. Euskera 13, 203-219. https://www.euskaltzaindia.eus/dok/arauak/Araua_0000.pdf. [2023-05-10].
),
se expresa de la siguiente manera: “(…) es mi intención presentar aquí
una exposición, con antecedentes y consecuentes, del intento en curso de
llegar a una forma normalizada, y unificada en lo deseable, de la
lengua vasca, pensada sobre todo para su uso escrito” (Michelena 2011 [1982]: 3Michelena, L. 2011 [1982]. “La normalización de la forma escrita de una lengua”. In J.A. Lakarra e I. Ruiz Arzalluz (eds.). Luis Michelena. Obras Completas (vol. X). UPV/EHU y Diputación Foral de Gipuzkoa, 3-23.
).
No
se debe pasar por alto que la necesidad de crear una lengua estándar
escrita no era nueva en aquellas fechas, y que ya hubo intentos
anteriores. Fueron intentos de crear una lengua unificada de uso
literario, incluidos los textos religiosos, que eran la gran mayoría. En
los primeros textos escritos en euskera se refleja la cuestión de la
elección de la variedad lingüística, dado que la gran diversidad de
hablas existentes en el territorio podía acarrear dificultades en la
comprensión del texto por parte de los hablantes de variedades distintas
de la elegida para un determinado texto. Joanes Leizarraga (1506-1601),
presbítero protestante labortano, tradujo al euskera en 1571 el Nuevo
Testamento. Este fue uno de los primeros libros impresos en euskera. El
tema de la variación de hablas se refleja en su introducción. Años más
tarde, Pedro Axular (1556-1644) publicó Gero (1643), obra de gran importancia en la literatura vasca. En la introducción de Gero también se repite la idea de la elección de la variedad lingüística al
escribir en euskera, teniendo en cuenta que había grandes diferencias de
un lugar a otro. La idea de la diversidad de hablas y la necesidad de
un modelo único se repite a lo largo del tiempo, hasta que en la segunda
mitad del siglo XX se establecen las normas para la variante estándar (Salaburu 2015Salaburu, P. 2015. Writing words. The unique case of the standardization of Basque. Charleston: UNR (CBS).
, Hualde y Zuazo 2007Hualde, J. I. y Zuazo, K. 2007. “The standardization of the Basque language”. Language Problems and Language Planning 31-2, 143-168.
).
El
éxito de la propuesta del 1968 pudo tener varias causas. La situación
de la lengua vasca era muy crítica cuando empezó el proceso de
estandarización (Zuazo 2006 [2005]: 12Zuazo, K. 2006 [2005]. Euskara batua: ezina ekinez egina. Donostia: Elkar.
).
Se estaba aún bajo la dictadura de Franco y la utilización del euskera
era muy limitada, estaba incluso prohibida en algunos campos,
reduciéndose solo al ámbito doméstico en la mayoría de los casos
(apartado 2.2.). La preocupación sobre el estado y el futuro de la
lengua era general en muchos sectores de la sociedad, tales como el de
docentes, escritores y lingüistas. Mucha gente comenzó a darse cuenta de
que el desarrollo de una variante estándar era esencial para la
supervivencia de la lengua (Salaburu 2015: 20-21Salaburu, P. 2015. Writing words. The unique case of the standardization of Basque. Charleston: UNR (CBS).
).
Euskaltzaindia asumió el reto. A pesar de que algunas decisiones sobre
ortografía y otras cuestiones fueron controvertidas, hubo un gran
interés en los círculos intelectuales y en la sociedad en general por
las nuevas estrategias para la promoción del euskera propuestas por la
Academia (Hualde y Zuazo 2007: 155-157Hualde, J. I. y Zuazo, K. 2007. “The standardization of the Basque language”. Language Problems and Language Planning 31-2, 143-168.
).
Aunque
1968 fue el año en el que Euskaltzaindia asumió la responsabilidad
principal en la normalización del euskera, el proceso se había iniciado
al margen de la Academia unos años antes. La reunión organizada por J.
L. Álvarez Enparantza “Txillardegi” en el año 1964 en Bayona (Francia),
la cual reunió a varios escritores y estudiosos de la lengua que sentían
preocupación por la situación del euskera, fue determinante en el
devenir de la propuesta que se presentó en Aránzazu cuatro años después (Zuazo 1989: 272Zuazo, K. 1989. “Euskara batua: aitzindariak eta beste”. Euskera 34 (1), 265-272. https://www.euskaltzaindia.eus/dok/euskera/12224.pdf#page=1. [2023-03-03].
).
Junto
con el mencionado Txillardegi, el proceso de estandarización tuvo otros
dos pilares fundamentales: Michelena y Aresti. Michelena (1915-1987),
investigador que elevó el estatus de la lingüística y la filología
vascas hasta un nivel internacional, fue el redactor de la ponencia
presentada en la reunión del 1968, completando la tarea más lingüística.
Aresti (1933-1975) fue uno de los literatos más importantes de la
época; su poesía marcó un antes y un después en la historia de la lengua
y literatura vascas. Investigadores del tema como Zuazo apuntan a estas
personalidades como los impulsores principales del estándar del
euskera, cada uno en su ámbito (Zuazo, 2006 [2005]: 169Zuazo, K. 2006 [2005]. Euskara batua: ezina ekinez egina. Donostia: Elkar.
).
La elaboración y codificación de la lengua vasca ha pasado por diversas etapas (Hualde y Zuazo 2007Hualde, J. I. y Zuazo, K. 2007. “The standardization of the Basque language”. Language Problems and Language Planning 31-2, 143-168.
, Jauregi y Epelde 2019Jauregi, O. y Epelde, I. 2019. “Standard Basque”. In M.L. Oñederra e I. Igartua (eds.). Linguistic Minorities in Europe Online. De Gruyter.
).
Euskaltzaindia ha trabajado de forma continuada en la codificación del
euskera estándar mediante la publicación de una serie de normas y
recomendaciones, hoy en día reunidas en su página web.2Página web de Euskaltzaindi a: https://www.euskaltzaindia.eus/es. Hasta el momento se han publicado 184 normas, de las cuales 68 son
listados de palabras que conforman el léxico vasco estándar. Una de las
grandes tareas llevadas a cabo por la Real Academia de la Lengua Vasca
es precisamente el diccionario de Euskaltzaindia (Euskaltzaindiaren hiztegia).3El
diccionario ha sido elaborado bajo la dirección de Sarasola entre 1991 y
2015, con 37.884 entradas. Ha tenido ediciones revisadas bajo la
dirección de Sagarna. Véase: https://www.euskaltzaindia.eus/index.php?option=com_hiztegianbilatu&task=hasiera&Itemid=1693&lang=eu. Otro de los grandes trabajos emprendidos por la Academia (entre 1985 y
2011) es la elaboración de una gramática general del euskera estándar.4La publicación más reciente reúne la gramática descriptiva del euskera (Euskaltzaindia 2021).
Algunos estudiosos (e.g. Sarasola 2016Sarasola, I. 2016. Bitakora kaiera. Donostia: Erein.
)
han concluido que el proceso de estandarización del euskera ya se ha
completado. La idea de que el proceso de estandarización sea una etapa
terminada puede ser debida a la opinión de que las bases para la lengua
escrita están asentadas. En cambio, Milroy y Milroy (1999 [1985])Milroy, J. y Milroy, L. 1999 [1985]. Authority in language. Investigating language prescription and standardisation. London y New York: Routledge.
,
entre otros, tienen una idea muy diferente sobre el proceso de
estandarización de una lengua, que consideran un proceso interminable. Demonte (2003)Demonte, V. 2003. “Lengua estándar, norma y normas en la difusión actual de la lengua española”. Congreso de la ACIS (Association for Contemporary Iberian Studies). Valencia. https://digital.csic.es/bitstream/10261/13074/1/Documento1.pdf. [2023-03-03].
defiende esta misma idea, cuando dice que el proceso de estandarización “por definición está siempre incompleto” (Demonte 2003: 5Demonte, V. 2003. “Lengua estándar, norma y normas en la difusión actual de la lengua española”. Congreso de la ACIS (Association for Contemporary Iberian Studies). Valencia. https://digital.csic.es/bitstream/10261/13074/1/Documento1.pdf. [2023-03-03].
).
2.2. La lengua hablada
⌅Hasta
ahora hemos mencionado aspectos del proceso de estandarización de la
lengua escrita. Sin embargo, una lengua viva es siempre oralmente
articulada, pronunciada. Es más, existen lenguas que no poseen un
sistema de escritura, pero todas las lenguas tienen uso oral desde sus
comienzos (Coulmas 2003Coulmas, F. 2003. Writing Systems: An Introduction to their Linguistic Analysis. Cambridge: Cambridge University Press.
). Este apartado tratará sobre la estandarización de la variedad hablada en euskera.
Es
un hecho generalizado en los procesos de estandarización de las lenguas
que la fase del componente escrito precede al oral. Esta es
precisamente la idea que se desprende de la siguiente cita de Cameron (1995: 42)Cameron, D. 1995. Verbal Hygiene. London y New York: Routledge.
:
Written language is standardized earlier and more comprehensively than speech; indeed, any codification of speech norms is usually dependent on a standard for writing.
En el caso del euskera ocurrió
también de esta manera. Como suele ser habitual, primero se estableció
el componente escrito y después el oral (apartado 2.1.). Esta secuencia
de hechos se ha dado también, por ejemplo, en el caso del catalán (Valverdú 1986Valverdú, F. 1986. “Sobre el estándar oral catalán: el modelo de lengua en TV3”. Euskera 31 (2), 317-326. https://www.euskaltzaindia.eus/dok/euskera/50564.pdf#page=1. [2023-03-03].
), del asturiano (González 2002González, F. 2002. “Los conceptos de codificación y estandarización según las experiencias catalana y asturiana”. Ianua. Revista Philologica Romanica 3, 13-33.
) y del gallego (Ramallo y Rei-Doval 2015Ramallo, F. y Rei-Doval, G. 2015. “The Standardization of Galician”. Sociolinguistica: International Yearbook of European Sociolinguistics 29, 61-82.
); también en castellano, francés e inglés (Thomas 2010Thomas, J. 2010. That Ain’t Right: Language Standardization and Prescription in French, Spanish, and English. American University Digital Research Archive. https://auislandora.wrlc.org/islandora/object/0910capstones%3A51/datastream/PDF/view. [2023-03-03].
).
La norma de pronunciación EBAZ (Euskara Batuaren Ahoskera Zaindua ‘Pronunciación cuidada del euskera unificado’) se publicó el año 1998 en la revista Euskera de la Real Academia de la Lengua Vasca. La comisión encargada, con Oñederra a la cabeza, fue la responsable de pensar, formular, redactar y dar forma a la propuesta. La norma de pronunciación promulgada por la Academia se publicó 30 años después del inicio del proceso de estandarización.
La norma explicita cómo se deben pronunciar las consonantes y las vocales de la lengua vasca en la variedad estándar, especificando ciertas observaciones sobre su realización en determinadas secuencias (debidas a fenómenos fonológicos contextuales). No hay que olvidar que se puede establecer una relación casi biunívoca entre los grafemas de la ortografía estándar y las unidades fonémicas de la propuesta de pronunciación formal.
Durante el periodo 1968-1998
varios sucesos suscitaron la necesidad de una variante estándar. En el
año 1982 el euskera obtuvo el estatus de lengua cooficial en la
Comunidad Autónoma del País Vasco, por lo que fueron surgiendo nuevas
necesidades con respecto a la lengua tanto escrita como hablada. A
finales de la década de los setenta y principios de los ochenta se
reestableció la administración vasca y se crearon la universidad pública
vasca (UPV/EHU) y la radiotelevisión en euskera (EITB), además de la
educación reglada en euskera. La enseñanza de la lengua para adultos
también se vio reforzada. Esta nueva situación, en la que la lengua
hablada era utilizada en situaciones y estilos en los que hasta entonces
no se había utilizado, requería de una referencia, de una guía.
Mientras la referencia escrita se estaba estableciendo con la aceptación
de distintas normas sobre la ortografía, gramática, etc., faltaba una
referencia en cuanto a la pronunciación. La idea de la necesidad de un
estándar oral se refleja en la siguiente cita de Oñederra (2016: 20)Oñederra, M. L. 2016. “Standardisation of Basque. From grammar (1968) to pronunciation (1998)”. Sociolinguistica 30-1, 125-144.
:
During all this time, people had to write, but they mainly had to speak as well. And, of course, they spoke under a variety of circumstances, in different sociological and stylistic situations. Some of these circumstances would ideally have required a standard variety. However, no explicit pattern of pronunciation was available.
El
interés por el tema y la necesidad suscitadas hicieron que la Academia
creara una comisión de pronunciación en 1993 formada por académicos y
profesores, con el fin de elaborar una norma de pronunciación. Como se
ha manifestado anteriormente, en 1998 se publicó la norma EBAZ, junto con varios artículos relacionados con el proceso de estandarización de la pronunciación (Oñederra 1998Oñederra, M. L. 1998. “Ahoskera lantaldearen errendapen txostena”. Euskera 43 (2), 379-388. https://www.euskaltzaindia.eus/dok/euskera/49463.pdf#page=1. [2023-03-03].
).
Más tarde, una comisión de pronunciación renovada en 2013 celebró
sendos congresos en 2015 y 2019, a partir de los cuales se han publicado
artículos que explicitan y desgranan cómo se deben entender la
estandarización y las normas EBAZ (Oñederra 2019Oñederra, M. L. 2019. “Ahoskera arautzeaz eta ikaste-irakasteaz”. Euskera 64 (2-2), 939-957. https://www.euskaltzaindia.eus/dok/euskera/82978.pdf#page=1. [2023-03-03].
, Oñederra et al. 2015Oñederra,
M. L., Elordui, A., Epelde, I., Etxeberria, P., Jauregi, O. y
Salaberria, J. 2015. “Euskaltzaindiaren Ahoskera batzordearen txostena
(Ahoskerak axola du)”. Euskera 60 (2), 499-531. https://www.euskaltzaindia.eus/dok/euskera/80511.pdf#page=1. [2023-03-03].
).
Uno de los objetivos de estas publicaciones es dar a conocer que la
estandarización de la pronunciación no se lleva a cabo de la misma
manera que la estandarización de la lengua escrita, por las
particularidades debidas precisamente al hecho de pertenecer al ámbito
de lo hablado. En los artículos mencionados se resalta la idea de que
respecto a un estándar escrito relativamente homogéneo, la pronunciación
es más variable.
Además de recalcar la necesidad de una variedad
común, se indica que la norma pretende ser una guía, una referencia, a
la hora de pronunciar el euskera en situaciones formales (Euskaltzaindia 1998: 805Euskaltzaindia. 1998. “Euskaltzaindiaren araua: “Euskara batuaren ahoskera zaindua””. Euskera 43-2, 805-808. https://www.euskaltzaindia.eus/dok/arauak/Araua_0087.pdf. [2023-03-03].
, Oñederra et al. 2015: 511Oñederra,
M. L., Elordui, A., Epelde, I., Etxeberria, P., Jauregi, O. y
Salaberria, J. 2015. “Euskaltzaindiaren Ahoskera batzordearen txostena
(Ahoskerak axola du)”. Euskera 60 (2), 499-531. https://www.euskaltzaindia.eus/dok/euskera/80511.pdf#page=1. [2023-03-03].
). Oñederra (2016)Oñederra, M. L. 2016. “Standardisation of Basque. From grammar (1968) to pronunciation (1998)”. Sociolinguistica 30-1, 125-144.
señala que a la hora de dictar las normas la Comisión de pronunciación
se decantó por criterios tanto fonológicos como sociológicos.
La norma EBAZ contribuye a configurar y proyectar la variación por registros de habla
que no se ha desarrollado a lo largo de la historia del euskera. Las
lenguas consideradas no minoritarias suelen tener ámbitos de uso
diferentes, tanto en registros informales (por ejemplo, en el círculo de
amistades) como formales (entre otros, en la enseñanza o en los medios
de comunicación). Los hablantes de estas lenguas conforman y organizan
la variación funcional (variación por registros de habla); es decir, los
hablantes utilizan diferentes variedades para diferentes situaciones o
funciones que han desarrollado a lo largo del tiempo (Milroy 1994: 21Milroy,
J. 1994. “The notion of “standard language” and its applicability to
the study of Early Modern English pronunciation”. In D. Stein e I.
Tieken-Boon van Ostade (eds.), Towards a Standard English: 1600-1800. Berlin-New York: Mouton de Gruyter, 19-29.
).
Sin
embargo, el caso de las lenguas minoritarias difiere de las lenguas que
han desarrollado estilos de habla acordes a las diversas situaciónes,
porque las lenguas de este carácter, a menudo, se limitan a ámbitos
familiares o informales, mientras que para situaciones más formales se
utiliza la lengua dominante correspondiente. Por ejemplo, D ‘Andrés (2018)D’Andrés, R. 2018. “Lenguas minoritarias y estandarización”. In J. Giralt y F. Nagore (eds.), Lenguas minoritarias en Europa y estandarización. Zaragoza: Prensas de la Universidad de Zaragoza, 19-45.
cita el caso del asturiano:
[S]e
observa, acaso, que los hablantes de esta lengua la usan
preferentemente en la conversación informal (en casa, con los amigos,
con los compañeros de trabajo, en la tienda, etc.), pero no en
situaciones formales (una entrevista de trabajo, con el profesor, con el
jefe, con el empleado de cara al público, en actos solemnes, etc.) (D’Andrés 2018: 22D’Andrés, R. 2018. “Lenguas minoritarias y estandarización”. In J. Giralt y F. Nagore (eds.), Lenguas minoritarias en Europa y estandarización. Zaragoza: Prensas de la Universidad de Zaragoza, 19-45.
).
Esa
limitación a los usos coloquiales suele suponer que no exista variación
funcional o que, en todo caso, que sea de escaso alcance. Precisamente,
esa imperfección o deficiencia funcional (functional incompleteness) suele ser una de las principales características de las lenguas minoritarias (Androutsopoulos 2014: 37Androutsopoulos,
J. 2014. “Mediatization and sociolinguistic change. Key concepts,
research traditions, open issues”. In J. Androutsopoulos (eds.), Mediatization and Sociolinguistic Change. Berlin: Mouton de Gruyter, 3-48.
).
El
euskera, siendo una lengua minoritaria, ha estado sociológicamente
limitado durante mucho tiempo, no ha tenido numerosos ámbitos de uso.
Con frecuencia, se ha reducido al ámbito familiar. En ámbitos más
formales (la enseñanza, la administración, los medios de comunicación)
han predominado las lenguas dominantes, francés o español (Zuazo 2006 [2005]Zuazo, K. 2006 [2005]. Euskara batua: ezina ekinez egina. Donostia: Elkar.
).
Cabe recordar que hasta el año 1982 el euskera no obtuvo el estatus de
lengua cooficial en la Comunidad Autónoma del País Vasco, por lo que
hasta esa fecha el español fue la única lengua oficial. Del mismo modo,
en Navarra no fue hasta 1986 cuando la cooficialidad de la lengua vasca
fue reconocida en una parte del territorio; hoy en día el francés sigue
siendo la única lengua oficial en el territorio vascohablante de
Francia. Por esa razón, decimos que se trata de una lengua que ha estado
sociológicamente limitada durante un largo periodo y no ha desarrollado
un modelo sólido para la lengua formal (Oñederra et al. 2015: 507Oñederra,
M. L., Elordui, A., Epelde, I., Etxeberria, P., Jauregi, O. y
Salaberria, J. 2015. “Euskaltzaindiaren Ahoskera batzordearen txostena
(Ahoskerak axola du)”. Euskera 60 (2), 499-531. https://www.euskaltzaindia.eus/dok/euskera/80511.pdf#page=1. [2023-03-03].
).5Ha
habido algunos casos en los que se ha utilizado un habla formal, pero
su uso ha sido limitado y, sobre todo, no se han desarrollado,
fundamentalmente, registros formales comunes a los distintos dialectos
para el ámbito público, político institucional, académico, etc. Asimismo, esta situación hace que haga falta intervención específica,
al menos en un principio, para dar forma a la variación por registros de
habla (Oñederra 2016: 133Oñederra, M. L. 2016. “Standardisation of Basque. From grammar (1968) to pronunciation (1998)”. Sociolinguistica 30-1, 125-144.
).
En esa labor de organización la formación de la variante estándar ocupa
un lugar significativo, pues proporciona al hablante recursos para
responder a determinadas situaciones o funciones. De esta manera, la
norma EBAZ que hemos presentado en este apartado ofrece la
herramienta para elaborar el registro formal de la lengua y, así, poder
desarrollar una estructura equilibrada de los diversos registros de
habla.
3. VARIACIÓN Y FLEXIBILIDAD EN LA NORMA EBAZ
⌅Los conceptos
de flexibilidad y de variación son muy importantes a la hora de entender
la norma de pronunciación. Tal y como defienden Milroy y Milroy (1999 [1985]: 73)Milroy, J. y Milroy, L. 1999 [1985]. Authority in language. Investigating language prescription and standardisation. London y New York: Routledge.
,
“Thus the objection here is (…) to the narrow and uncritical
application of prescriptive rules to spoken usage”, porque mantienen la
idea bien conocida de “there is much greater variability in speech than
there is in written language” (1999 [1985]: 55Milroy, J. y Milroy, L. 1999 [1985]. Authority in language. Investigating language prescription and standardisation. London y New York: Routledge.
).
3.1. Flexibilidad en el eje funcional y dialectal
⌅A
menudo el eje funcional (variación por registros de habla) y dialectal
(variación geográfica) se han identificado; es decir, se ha relacionado
en euskera la variante estándar con el registro formal y las variantes
dialectales con el registro informal, como señala Oñederra (2017)Oñederra,
M. L. 2017. “The Standardisation of Pronunciation: Basque Today,
between Maintenance and Variation”. In I. Tieken-Boon van Ostade y C.
Percy (ed.), Prescription and Tradition in Language. Establishing Standards across Time and Space. Bristol: Multilingual Matters, 342-354
:
Not
surprisingly, dialects are in general considered to be colloquial while
any form the standard may take is considered to be a formal register.
This well-known pattern is intensified by the sociological history of
Basque bilingualism: along its history the Basque language was abandoned
by social elites and restricted to households and small villages, while
other languages occupied the public domain. Consequently, variation in
Basque is rich along the geographical axis, but stylistically poor:
numerous locally based varieties and subvarieties have developed, but
functional variation is very limited. (Oñederra 2017: 344Oñederra,
M. L. 2017. “The Standardisation of Pronunciation: Basque Today,
between Maintenance and Variation”. In I. Tieken-Boon van Ostade y C.
Percy (ed.), Prescription and Tradition in Language. Establishing Standards across Time and Space. Bristol: Multilingual Matters, 342-354
).
Tanto en la redacción de la norma como en los artículos posteriores indicados (Oñederra et al. 2015: 515Oñederra,
M. L., Elordui, A., Epelde, I., Etxeberria, P., Jauregi, O. y
Salaberria, J. 2015. “Euskaltzaindiaren Ahoskera batzordearen txostena
(Ahoskerak axola du)”. Euskera 60 (2), 499-531. https://www.euskaltzaindia.eus/dok/euskera/80511.pdf#page=1. [2023-03-03].
, Oñederra 2017Oñederra,
M. L. 2017. “The Standardisation of Pronunciation: Basque Today,
between Maintenance and Variation”. In I. Tieken-Boon van Ostade y C.
Percy (ed.), Prescription and Tradition in Language. Establishing Standards across Time and Space. Bristol: Multilingual Matters, 342-354
) se resalta que la norma EBAZ no es un sustituto de ningún habla existente, sino que es una variedad
complementaria, un recurso funcional para situaciones en las que se
requiere la pronunciación estándar. Por eso, en la misma norma, además
de recomendar la pronunciación estándar, se menciona que no se deben
perder otras pronunciaciones diferentes. La tabla que viene a continuación es una presentación de lo que la norma II de EBAZ prescribe sobre la pronunciación de las vocales. La enunciación
principal expresa que las vocales cuando van (también) en secuencia se
pronuncian como se escriben en el registro formal, pero que hay que
tener en cuenta y aceptar para otras situaciones más informales otras
pronunciaciones.
).6Los datos se presentan en forma ortográfica para facilitar la lectura. Únicamente se transcribe fonéticamente el sonido (o los sonidos) que se analiza(n) en cada momento. Junto a los datos se presenta la traducción al español.
Pronunciación EBAZ | Posibles pronunciaciones en otros registros de habla, según EBAZ | |
---|---|---|
etxea ‘la casa’; semea ‘el hijo’ |
etx[ea]; sem[ea] |
etx[ia], etx[ie]; sem[ia], sem[ie] |
geroago ‘más tarde’; telefonoa ‘el teléfono’ |
ger[oa]go; telefon[oa] |
ger[ua]go; telefon[ua] |
mendia ‘el monte’; aulkia ‘la silla’ |
mend[ia]; aulk[ia] |
mend[iʝa], mend[iʃa], mend[iʒa], mend[ie], mend[i]; aulk[iʝa], aulk[iʃa], aulk[iʒa], aulk[ie], aulk[i] |
burua ‘la cabeza’; eskua ‘la mano’ |
bur[ua]; esk[ua] |
bur[uβa], bur[ue], bur[u]; esk[uβa], esk[ue], esk[u] |
La norma EBAZ pretende que no se identifique la opción estándar como la única manera de pronunciación de la lengua vasca, por eso se recogen otras posibles pronunciaciones en la misma norma. Con ello se recalca la idea de que la flexibilidad es necesaria en el eje funcional; es decir, una pronunciación para las diversas situaciones y estilos de habla.
La idea de flexibilidad en el eje dialectal resalta que no puede haber una sola manera de pronunciar el estándar, por lo que se da cabida a las diversas pronunciaciones dialectales del euskera.
Siguiendo la idea de unificación que existe en todo proceso de estandarización, la norma pretende preservar los sonidos generales, comunes a todas las variedades, como son las 5 vocales <i, e, a, o, u> y las consonantes comunes (p.ej. <p, t, k, b, d, g, f, s, n, m, r, l>).
Sin embargo, existen sonidos y procesos fonológicos que no comparten los hablantes de todas las variedades lingüísticas; por ejemplo, existen variedades en las que se palatalizan las consonantes alveolares de las secuencias <in> y <il>, como en zina ‘el juramento’ zi[ɲ]a o bilatu ‘buscar’ bi[ʎ]atu; pero en otras variedades dichas palabras se pronuncian zi[n]a y bi[l]atu. En este caso, dada la extensión de ambas opciones y su estatus fonológico,7No está clara, además, la precedencia diacrónica de la palatalización respecto a la despalatalización (o viceversa), proceso este propio de las variedades que no presentan palatalización en los ejemplos citados. la norma permite las dos pronunciaciones, con el objetivo de guardar los sonidos palatales en euskera.
También
existen sonidos que no comparten los hablantes de todas las variedades,
por no ser fonemas comunes. Introducir o eliminar un fonema del
inventario de los hablantes en aras de la homogeneización sería una
tarea difícil y fonológicamente poco lógica. Como ejemplo se podría
citar el caso de la aspiración <h>, que históricamente fue común
en todo el territorio vascohablante y hoy en día se conserva únicamente
en la zona francesa (Jauregi y Epelde 2018Jauregi, O. y Epelde, I. 2018. “Pérdida de la aspiración en euskera”. In D. Recasens y F. Sánchez-Miret (eds.). Production and Perception Mechanism of Sound Change. Lincom, 189-201.
, Oñederra et al. 2014Oñederra,
M. L., Jauregi, O. y Epelde, I. 2014. “Hiztunaren fonema inbentarioa
eta elebitasun goiztiarra: euskara gehi frantsesa vs. euskara gehi
gaztelania”. Lapurdum 18, 75-95. https://journals.openedition.org/lapurdum/2504. [2023-03-03]
). La norma permite que los hablantes de la parte continental8Con el término continental nos referimos a la zona vascohablante bajo administración francesa; del mismo modo, con peninsular nos referimos a la zona vascohablante bajo administración española. mantengan la aspiración también cuando hablen en lengua estándar y que
quienes no la posean como fonema (en algunas zonas de la parte
continental y en la zona peninsular) no la pronuncien, aunque en la
forma estándar aparezca escrita; por ejemplo, para los adverbios hemen ‘aquí’ y hor ‘ahí’ se puede considerar pronunciación cuidada tanto con aspiración
[ɦemen] y [ɦor] como sin ella [emen] y [or], dependiendo de la variedad
dialectal de cada hablante.
Se podría citar igualmente el caso de la vocal anterior redondeada /y/ que posee el dialecto suletino (en zona continental) y no comparten los otros dialectos. La norma no propone eliminar la vocal /y/ en la pronunciación formal estándar de los suletinos, sino que pretende mantenerla.
La aceptación de la diversidad en el estándar pronunciado no significa que cualquier pronunciación sea apta para la variante estándar. Uno de los objetivos de la estandarización de la pronunciación es la unificación de la lengua, por eso algunas normas de EBAZ pretenden suavizar o disminuir las diferencias que se están incrementando especialmente entre las variedades de la parte peninsular y las de la parte continental. El ejemplo más claro es el caso de la pronunciación representada por el grafema <g>. En palabras patrimoniales <g> se pronuncia [ɡ] delante de todas las vocales; por ejemplo, [ɡ]aur ‘hoy’, [ɡ]ero ‘luego’, [ɡ]iro ‘tiempo, ambiente’, [ɡ]ora ‘arriba’, [ɡ]une ‘lugar’. En los préstamos, cuando precede a las vocales <e, i> en las variedades peninsulares tiende a pronunciarse [x] como correspondería a esta secuencia de letras en castellano: filolo[x]ia ‘filología’ y lo[x]ika ‘lógica’; en las variedades continentales la pronunciación mayoritaria es, como en francés, [ʒ]: filolo[ʒ]ia y lo[ʒ]ika. EBAZ propone la pronunciación [ɡ] delante de todas las vocales, lo que supone la opción más neutra y unificadora, puesto que es la pronunciación común.9Hay que recordar que en el territorio continental no poseen el fonema /x/ (tampoco existente en francés).
En el caso de la pronunciación del grafema <j> se ha
optado por la pronunciación [ʝ], a pesar de que se encuentran diversas
realizaciones de dicho grafema según las variedades dialectales. Por
ejemplo, joan ‘ir’ se puede pronunciar [x]oan, [ʝ]oan, [dz]un (Hualde 2003: 16Hualde, J. I. 2003. “Phonology”. In J. I. Hualde y J. Ortiz de Urbina (ed.), A grammar of Basque. Berlin: Mouton de Gruyter, 15-113.
). Sin embargo, la norma EBAZ recomienda la pronunciación [ʝ] para el estándar, por ser la
unificadora, ya que es un sonido que todos los hablantes pueden
percibir, producir y memorizar; es decir, un fonema perteneciente a
todos los sistemas fonológicos de la lengua (Donegan y Stampe 2009: 13Donegan, P. y Stampe, D. 2009. “Hypotheses on Natural Phonology”. Poznan Studies in Contemporary Linguistics 45 (1), 1-31.
).
Como se ha indicado antes, el concepto de unificación, junto al de flexibilidad prescriptiva, son fundamentales para entender el proceso de estandarización de la pronunciación de la lengua vasca. Ambos fueron esenciales como criterio a la hora de redactar la norma, junto a los criterios fonológicos que se explicitarán en el siguiente apartado desde el punto de vista de la Fonología Natural.
3.2. Los registros de habla y la Fonología Natural
⌅La
Fonología Natural fue creada por Stampe en la década de los 60-70.
Junto con el trabajo de Stampe, ha sido fundamental en la formación de
la teoría la aportación de Donegan. Ambos han sido los principales
autores que han definido y consolidado las bases de la Fonología
Natural. Muestra de ello es que el trabajo de Donegan y Stampe (1979)Donegan, P. y Stampe, D. 1979. “The study of Natural Phonology”. In D. A. Dinnsen (eds.), Current Approaches to Phonological Theory. Bloomington: Indiana University Press, 126-173.
se pueda considerar una de las más completas presentaciones de la
teoría natural. En ella se recogen los principios, explicaciones y
rasgos fundamentales de la teoría. Posteriormente, otros autores han
contribuido a su desarrollo y derivaciones. Entre otros, destacan Hurch,
Nathan, Wojcik, Rhodes, Dressler o Dziubalska-Kołaczyk.
El término natural debe entenderse en contraposición a lo convencional, pues el lenguaje
(el aspecto fonológico en particular) no se concibe como una simple
institución convencional (Donegan y Stampe 1979: 127Donegan, P. y Stampe, D. 1979. “The study of Natural Phonology”. In D. A. Dinnsen (eds.), Current Approaches to Phonological Theory. Bloomington: Indiana University Press, 126-173.
). En este caso, el término natural hace referencia a que las capacidades de articulación y percepción de
los hablantes puedan servir de explicación, puedan dar una lógica al
funcionamiento de la fonología, de los sistemas fonológicos vivos. Así,
el modo de entender la fonología estaría relacionado con las capacidades
(y limitaciones) físicas de los hablantes (Hurch 2006: 541Hurch, B. 2006. “Natural Phonology”. In Encyclopedia of Language and Linguistics (2a ed.). Oxford: Elsevier, 541-543.
).
La
Fonología Natural tiene como fin explicar su objeto de estudio.
Estamos, por lo tanto, ante una teoría explicativa. El objeto de estudio
propio (natural) de una teoría de carácter explicativo abarca todo lo
que esa teoría puede explicar por sí misma (en principio); todo y sólo
eso. En el caso de la Fonología Natural, su objeto de estudio sería todo
lo que la lengua debe a su carácter oral; esto es, a ser hablada:
“everything that language owes to the fact that it is spoken” (Donegan y Stampe 1979: 128Donegan, P. y Stampe, D. 1979. “The study of Natural Phonology”. In D. A. Dinnsen (eds.), Current Approaches to Phonological Theory. Bloomington: Indiana University Press, 126-173.
).
Según
estos autores, este objeto de estudio abarca un campo amplio, en el que
se tienen en cuenta, entre otros, varios aspectos que han sido
excluidos en otras teorías fonológicas, en las que son conocidos como
evidencias externas: entre ellos, la adquisición del lenguaje, la
tipología, la diacronía, la enseñanza de las lenguas y los registros de
habla. Los aspectos mencionados ocupan un lugar más central en el ámbito
de la lingüística aplicada, desde el punto de vista de esas otras
teorías fonológicas (Donegan y Stampe 1979: 128Donegan, P. y Stampe, D. 1979. “The study of Natural Phonology”. In D. A. Dinnsen (eds.), Current Approaches to Phonological Theory. Bloomington: Indiana University Press, 126-173.
).
En la Fonología Natural, en cambio, los considerados aspectos externos
por otros constituyen el núcleo del objeto de estudio junto con las
evidencias internas. En los siguientes apartados veremos cómo los
registros de habla ocupan un lugar significativo en los fundamentos de
la Fonología Natural.
En la medida en que la teoría es
explicativa, trata de buscar la causa o justificación de los hechos
fónicos, que, fundamentalmente y como ya hemos indicado, suele
encontrarse en el aspecto fonético. La idea elemental es que los modelos
sonoros vivos de las lenguas están gobernados y condicionados por una
serie de fuerzas implícitas en la articulación y percepción humanas (Donegan y Stampe 1979: 126Donegan, P. y Stampe, D. 1979. “The study of Natural Phonology”. In D. A. Dinnsen (eds.), Current Approaches to Phonological Theory. Bloomington: Indiana University Press, 126-173.
).
Estas fuerzas fonéticas se expresan por medio de procesos fonológicos que hacen frente a dificultades físicas, tanto articulatorias como perceptivas; es decir, los procesos se producen para superar esas dificultades. A pesar de tener razones físicas, en la teoría de la Fonología Natural, los procesos se entienden como operaciones mentales:
The
processes are mental, because it is the mind that, having insufficient
control of the body, determines or discovers a regular substitute. (Donegan 1993: 102Donegan, P. 1993. “On the phonetic basis of phonological change”. In Ch. Jones (eds.), Historical Linguistics: Problems and Perspectives. Londres: Longman, 98-130.
).
De
este modo, los procesos fonológicos serían operaciones mentales que se
producen para hacer frente a las dificultades físicas (fonéticas).
Cuando se produce un proceso fonológico, un segmento o grupo de
segmentos se sustituye por otro segmento o grupo de segmentos que elude
alguna dificultad articulatoria o perceptiva (Hurch 1988: 350Hurch, B. 1988. “Phonetics and phonology. Phonology and phonetics“. Zeitschrift für phonetische Sprachwissenschaft und Kommunikationsforschung, 41 (3), 346-352.
).
En
la Fonología Natural los procesos segmentales se dividen en dos tipos,
según una distinción de larga tradición: procesos fortitivos y procesos
lenitivos. Como expondremos en los próximos apartados, en esa
clasificación los registros de habla son fundamentales (Donegan y Stampe 1979: 142-143Donegan, P. y Stampe, D. 1979. “The study of Natural Phonology”. In D. A. Dinnsen (eds.), Current Approaches to Phonological Theory. Bloomington: Indiana University Press, 126-173.
); de ahí que nos parezca de especial interés para nuestro trabajo la teoría natural.10La
distribución que presentamos en este artículo corresponde a los
procesos segmentales, ya que es la que más relevancia tiene para nuestro
trabajo. Sin embargo, en la clasificación completa de los procesos
fonológicos de la Fonología Natural, se encuentran también los procesos
prosódicos. Es más, se destaca que estos últimos son los principales
condicionantes de los hechos que se producen en la pronunciación de
vocales y consonantes (Donegan y Stampe 1979: 142).
3.2.1. Los procesos fortitivos
⌅Las
forticiones son procesos que refuerzan las propias cualidades de los
segmentos o los destacan sobre los adyacentes. En general, contribuyen a
la percepción, puesto que a través de estos procesos se consiguen
sonidos o grupos de sonidos más fáciles de percibir (Donegan y Stampe 2009: 2Donegan, P. y Stampe, D. 2009. “Hypotheses on Natural Phonology”. Poznan Studies in Contemporary Linguistics 45 (1), 1-31.
).
Estos
procesos se producen con mayor facilidad y frecuencia en situaciones o
estilos que requieren claridad; por ejemplo, en registros formales.
Suelen ocurrir en situaciones que exigen una mayor atención del hablante
y del oyente, en las que se presta atención no sólo al mensaje, sino
también a la forma de expresar lo que se quiere decir (Donegan y Stampe 1979: 142Donegan, P. y Stampe, D. 1979. “The study of Natural Phonology”. In D. A. Dinnsen (eds.), Current Approaches to Phonological Theory. Bloomington: Indiana University Press, 126-173.
).
En esas situaciones el habla suele ser más pausada y predomina el habla
cuidada. En los registros formales suele primar la percepción; es
decir, que se pueda percibir sin dificultades y de una manera clara lo
que se dice (el habla) y, para ello, es necesario que la señal sea
fuerte, consistente.
Podríamos mencionar las inserciones, disimilaciones y diptongaciones como casos de procesos fortitivos. Por traer un ejemplo en euskera, podríamos citar las inserciones que se producen en algunas variedades del euskera: aulkia ‘la silla’ [awlkiʝa]. Sin entrar en demasiadas precisiones fonético-fonológicas, podemos decir que se añade un segmento intervocálico y la señal sonora se hace más audible, por haber interrumpido la secuencia vocálica y mejorado así la estructura silábica de la palabra.11Dependiendo de la variedad, se producen diferentes realizaciones fonéticas del elemento epentético; por ejemplo, en Beterri (región de la provincia de Gipuzkoa) encontramos las realizaciones ya indicadas, mientras que en varias zonas del este de la provincia de Bizkaia hallamos formas como aulki[ʃ]a, aulki[ʒ]a ‘la silla’ (Zuazo 2014: 184). En algunas variedades, por otra parte, no se produce ninguna inserción.
3.2.2. Los procesos lenitivos
⌅Las
leniciones son procesos que facilitan la pronunciación de segmentos o
de grupos de segmentos. Estos procesos disminuyen la distancia
articulatoria entre las cualidades del propio segmento o de los
segmentos adyacentes. De esta forma, el hablante tiene que realizar un
menor esfuerzo articulatorio para pronunciar el segmento o secuencia de
segmentos. Asimismo, se obtiene un segmento o grupo de segmentos menos
óptimo desde el punto de vista de la percepción (Donegan y Stampe 2009: 2Donegan, P. y Stampe, D. 2009. “Hypotheses on Natural Phonology”. Poznan Studies in Contemporary Linguistics 45 (1), 1-31.
).
A
diferencia de los procesos fortitivos, las leniciones ocurren con mayor
facilidad y frecuencia en situaciones o estilos que no requieren
claridad, como pueden ser los registros informales; es decir, en
situaciones que no requieren mucha atención por parte del hablante y del
oyente, cuando se centra toda la atención en el contenido, en el
mensaje y no en la forma (Donegan y Stampe 1979: 142-143Donegan, P. y Stampe, D. 1979. “The study of Natural Phonology”. In D. A. Dinnsen (eds.), Current Approaches to Phonological Theory. Bloomington: Indiana University Press, 126-173.
).
A menudo, este tipo de habla suele ser más rápida y predomina en
situaciones íntimas y de amistad, niveles de lenguaje despreocupados, en
general. En esas ocasiones, el cuerpo (órganos articulatorios, entre
otros) suele relajarse y, así, se facilitan los procesos lenitivos.
Podríamos enumerar las reducciones y elisiones, asimilaciones y monoptongaciones como casos de procesos lenitivos. Viniendo al euskera, serían ejemplos de estos procesos las reducciones o elisiones que ocurren muchas veces en situaciones familiares o de amistad: orain ‘ahora’ [oajn]. Cuando el hablante pronuncia [oajn] se pierde la consonante intervocálica, por lo que el hablante debe realizar un esfuerzo articulatorio menor que facilita la pronunciación de la secuencia.
La distribución de los procesos fortitivos y lenitivos y su relación con los registros de habla no se debe de entender como una relación estrictamente biunívoca, sino como tendencia y preferencia basadas en las capacidades productivas y perceptivas del ser humano. La teleología perceptiva de las forticiones y la articulatoria de las leniciones refuerza la tendencia a que cada tipo de proceso ocurra en un registro determinado; para que determinado proceso muestre preponderancia a ocurrir en un determinado nivel de habla, ha de ser necesariamente un proceso no obligatorio, es decir, variable.
La clasificación de
los procesos fortitivos y lenitivos cuenta con una gran tradición, ya
que está presente en varias obras de fonética-fonología del siglo XIX:
“fortitions and lenitions are mental embodiments of the contrary forces
of Clarity vs. Ease of the great nineteenth-century pioneers of
phonological phonetics” (Donegan y Stampe 2009: 3Donegan, P. y Stampe, D. 2009. “Hypotheses on Natural Phonology”. Poznan Studies in Contemporary Linguistics 45 (1), 1-31.
).
La innovación y aportación de la Fonología Natural es convertir esta dualidad en fundamento y eje de la teoría, estructurarla a partir de la distribución de los procesos fortitivos y lenitivos. De este modo, la distinción, asociada a la facilidad (habilidad de pronunciación) y a la claridad (perceptibilidad) a las que tiende el ser humano, se convierte en principio (y, por tanto, fuente de explicación) de la fonología.
La clasificación de los procesos segmentales que hemos expuesto en este apartado sería más fácilmente aplicable en el estudio de lenguas que hayan desarrollado el máximo de registros de habla. Sin embargo, el euskera es una lengua minoritaria en la que no se ha desarrollado durante mucho tiempo una variación completa por registros de habla. Esto no quiere decir que no ocurran forticiones y leniciones, sino que no presentan, necesariamente, en su mayor o menor productividad las tendencias esperables y antes referidas para los distintos registros estilísticos.
3.3. La distribución de los procesos fortitivos y lenitivos en la norma EBAZ
⌅Hemos señalado ya que el euskera ha estado sociológicamente reducido durante mucho tiempo. No ha tenido acceso, en general, a situaciones formales en las que se podría haber utilizado una variante estandarizada y se ha limitado en muchas ocasiones al ámbito familiar, lo que ha llevado a la ausencia de una estructuración por registros de habla. ¿Qué supone, a su vez, esta situación en cuanto a la distribución de los procesos fortitivos y lenitivos que hemos expuesto en los apartados 3.2.1. y 3.2.2.? En una lengua reducida a los ámbitos familiares y cercanos, todo tipo de proceso tiende a ser identificado con esos registros donde la lengua se ha desarrollado espontáneamente. De ahí que la división, habitual en las lenguas no minoritarias, no se dé en el caso de la pronunciación de la lengua vasca.
A continuación, se explicará cómo se refleja el binomio fortitivo-lenitivo en algunas normas propuestas por EBAZ. En los siguientes ejemplos se aprecian procesos lenitivos:
En
el ejemplo (1) (explicado en el apartado 3.2.2. al tratar los procesos
lenitivos) se produce la elisión de la consonante intervocálica y, por
tanto, se requiere menor esfuerzo en la articulación de la secuencia de
segmentos. Este proceso lenitivo es común en todas las variedades del
euskera (Zuazo 2014: 151Zuazo, K. 2014. Euskalkiak. Donostia: Elkar.
).
En
el ejemplo (2) nos encontramos ante un caso de asimilación que se
produce en algunas variedades del euskera; ocurre en casi todas las
variedades de la provincia de Bizkaia, en las variedades del sur de la
provincia de Gipuzkoa y en algunas zonas de las provincias de Álava y
Navarra (Hualde 2003: 46Hualde, J. I. 2003. “Phonology”. In J. I. Hualde y J. Ortiz de Urbina (ed.), A grammar of Basque. Berlin: Mouton de Gruyter, 15-113.
, Zuazo 2014: 265Zuazo, K. 2014. Euskalkiak. Donostia: Elkar.
).
En este proceso fonológico la última vocal se aproxima a la cualidad
alta de la vocal que le precede, la vocal alta /u/. El resultado de la
sustitución de sonidos es convertir la última vocal en más alta de lo
que era en su forma básica: /a/ > [e]. De esta forma, se reduce la
diferencia articulatoria entre las dos vocales adyacentes y la secuencia
de segmentos se vuelve más fácil de pronunciar.
Las leniciones tienden a producirse con mayor frecuencia en registros informales (apartado 3.2.2.). Así ocurre en estas palabras del euskera, en las que las elisiones como oain y las asimilaciones como esku[e] ocurren mayormente en registros coloquiales. En las normas EBAZ se propone también dejar estas dos opciones de pronunciación para los registros informales, prefiriendo o[ɾ]ain sin pérdida consonántica (norma V.3) y esku[a] sin asimilación vocálica (norma II.b) para los registros formales.
En resumen, en el caso de las leniciones, se respeta en formulación de la norma de pronunciación del euskera la distribución explicada en el apartado 3.1; es decir, la norma se hace eco de la tendencia a que los procesos lenitivos tiendan a ocurrir con más asiduidad en registros coloquiales.
Por otra parte, los siguientes ejemplos muestran procesos fortitivos:
En el ejemplo (3) (explicado en 3.2.1.) se produce la inserción de un segmento intervocálico, la cual refuerza la secuencia de segmentos y, por lo tanto, la señal pasa a ser más claramente audible por una mayor diferenciación en la secuencia de sonidos. Las inserciones de segmentos se consideran forticiones (véase el apartado 3.2.1.).
En el
ejemplo (4) también se aprecia un proceso fortitivo. Se trata de una
disimilación que ocurre en algunas variedades del euskera; según Zuazo (2014: 207)Zuazo, K. 2014. Euskalkiak. Donostia: Elkar.
se produce en varias zonas del territorio vascohablante, aunque
presenta mayor frecuencia y sistematización en la comarca navarra de La
Barranca y en las hablas suletinos.
Las vocales de una secuencia que comparten la cualidad de no ser altas se alejan entre sí cuando la primera vocal se cierra. De esta manera, la distancia articulatoria entre las dos vocales adyacentes se amplía y la señal se hace más audible por aumentar el contraste entre segmentos contiguos.
Recordando la distribución de los procesos fortitivos y lenitivos (3.2.1. y 3.2.2.), esperaríamos que estas forticiones tuvieran una mayor productividad en registros formales. No obstante, en euskera, en general, estas dos pronunciaciones, a pesar de ser forticiones, se suelen utilizar en registros coloquiales, ya que, como se ha señalado en líneas precedentes, el uso de la lengua vasca se ha limitado, en general, a ámbitos informales, por lo que todos los procesos fonológicos (tanto leniciones como forticiones) tienden a relacionarse con esos registros coloquiales. En las normas EBAZ se propone también dejar estas dos pronunciaciones para situaciones informales, prefiriendo aulk[ia] sin inserción (norma II.b) y sem[e]a sin disimilación (norma II.a) para los registros formales.
Siguiendo con las decisiones tomadas para la norma EBAZ,
se podría decir que en el caso de la pronunciación que se recomienda,
no se cumple del todo la distribución que relaciona, como tendencia, los
procesos fortitivos con los registros formales y los procesos lenitivos
con los registros informales. Cuando los procesos observables en el
euskera actual difieren según las variedades dialectales, se recomienda
su uso en los registros informales, aunque sean del tipo fortitivo. Como
se ha expuesto en el apartado 2.2.2., a veces, se antepone la unidad
entre las variedades geográficas del euskera frente a criterios
puramente fonológicos, en cuanto a la distribución de los procesos
fortitivos y lenitivos. Por ejemplo, tenemos el caso de aulki[ʝ]a ‘la silla’. Dado que en diferentes variedades se producen diferentes realizaciones fonéticas de la inserción (aulki[ʝ] a, aulki [ʃ] a, aulki [ʒ]a), y en algunas variedades ni siquiera se produce ninguna inserción (aulk[ia], aulk[ie], aulk[i]) (apartado 3.2.1.), la norma EBAZ no propone las pronunciaciones epentéticas, aunque éstas sean resultado
de forticiones y, por lo tanto, sean adecuadas para los registros
formales (Oñederra et al. 2015: 516-517Oñederra,
M. L., Elordui, A., Epelde, I., Etxeberria, P., Jauregi, O. y
Salaberria, J. 2015. “Euskaltzaindiaren Ahoskera batzordearen txostena
(Ahoskerak axola du)”. Euskera 60 (2), 499-531. https://www.euskaltzaindia.eus/dok/euskera/80511.pdf#page=1. [2023-03-03].
). En este caso la norma EBAZ prioriza la pronunciación más unificada de la lengua para la pronunciación formal o cuidada del euskera.
En
resumen, se puede decir que el uso sociológicamente limitado (propio de
una lengua minoritaria) que ha tenido el euskera a lo largo de un
amplio periodo, hace que su variabilidad fonoestilística y
sociofonológica y, por lo tanto, su mayor o menor idoneidad para el
estándar formal difiera, de alguna manera, de las lenguas no
minoritarias. Dado que, como ya se ha dicho, durante mucho tiempo, el
euskera se ha utilizado casi únicamente en registros coloquiales, de
esta manera, los procesos fonológicos que han ocurrido, ya sean
leniciones o forticiones, se han producido en esos registros, en los
estilos informales (Urreta 2020Urreta, I. 2020. “Euskararen ahoskera hizkera-maila ezberdinetan: aldagarritasuna aztertzen”. Euskera 65 (2), 625-657. https://www.euskaltzaindia.eus/dok/euskera/83028.pdf#page=1. [2023-03-03].
, 2022Urreta,
I. 2022. “Euskararen ahoskera eta hizkera-mailak: Fonologia Naturaletik
hurbilpen bat”. In A. Arriortua, A. Lizardi, S. Monforte, L. Vela-Plo
(eds.), Kimu berriak Euskal Hizkuntzalaritzan. Bilbo: UEU, 11-31.
). EBAZ propone normas de pronunciación para el estilo de habla formal que se
está creando, desarrollando y fortaleciendo ahora. En esa propuesta no
se aconsejan algunas forticiones, aunque podrían ser apropiadas en
cuanto a la preferencia de las forticiones en estilos formales. En el
contexto de propuesta y desarrollo del estándar oral, resulta aún más
necesario proponer un modelo unitario para normativizar la pronunciación
del euskera. Asimismo, se refleja la importancia de la flexibilidad de
las normas, pues la norma EBAZ indica opciones de diferentes
registros de habla (apartado 3.1.); algunas pronunciaciones no
recomendadas para el registro formal se mencionan explícitamente en la
norma para otros registros de habla.
4. CONCLUSIONES
⌅Este artículo ha tenido el fin de realizar el análisis de la estandarización de la pronunciación del euskera. Se ha explicado el proceso de estandarización del euskera, sobre el que se ha señalado la prioridad (general en los procesos de estandarización lingüística) otorgada a la variante escrita ante la oral. De esta forma, se puede entender la tardía publicación de la norma para regular la pronunciación del euskera; la norma EBAZ.
A lo largo del artículo, se ha destacado, sobre todo, que en el proceso de regular la variante oral, en comparación a la estandarización de la escrita, la variación es un aspecto que hay que considerar con atención. Aún más si se trata de una lengua minoritaria como el euskera, donde no existe una estructura completa de los registros de habla, por lo cual, la distribución de los procesos fortitivos y lenitivos y su relación de preferencia respecto a los registros de habla defendida por la Fonología Natural tampoco se cumple del todo. Por esta razón, se ha hecho hincapié en la flexibilidad de las normas EBAZ. Se propone un modelo flexible tanto en el eje de los dialectos como en el eje de los registros de habla, lo cual permite dar salida a la atípica y limitada distribución estilística mediante la multiplicidad dialectal que se canaliza hacia los registros menos formales.
El objetivo de estandarizar la pronunciación del euskera sería normalizar la lengua en su uso oral. Esta tarea requiere organizar todo el universo de la lengua, no solamente la pronunciación de la variante estándar. En este sentido, mediante la creación de la variante estándar oral, se quiere elaborar una estructura nivelada de los registros de habla, indicando que existen diferentes niveles y que el uso de las normas EBAZ se sitúa en los usos formales. De ahí que se ofrezca un modelo flexible, donde se incluyen, además de formas relativamente unitarias para situaciones formales, posibles opciones para ámbitos informales, más plurales, que se hacen eco de los procesos hoy en día productivos, pero dialectalemente diversos.